El partido neofascista Hermanos de Italia (FDI) ha sido el más votado de la coalición de derechas y su lideresa, Giorgia Meloni, es la primera opción para encabezar el nuevo gobierno en la península europea.
Las preocupaciones de la comunidad internacional se hicieron realidad cuando la coalición de derechas encabezada por el partido neofascista Hermanos de Italia obtuvo el 45 por ciento de los votos en las elecciones de Italia, con lo que queda en la primera posición para formar gobierno. Nunca en la historia reciente de ese país se había producido una situación semejante.
Según los resultados, la derecha sumaría una cómoda mayoría en ambas Cámaras con Fratelli D’Italia como fuerza más votada (más de un 23%), y con la coalición que forma junto a la Lega y Forza Italia con una amplia ventaja sobre la centroizquierda. Así, la coalición de derechas lograría un apoyo de entre el 41 y el 45 por ciento, mientras los partidos de izquierda sumarían entre el 25,5 y 29,5 por ciento de los votos.
El resultado constituye un desastre para las fuerzas progresistas en un país donde, además de que los últimos gobiernos han sido de centroizquierda, tanto el movimiento obrero como las organizaciones antifascistas han tenido una larga tradición. Sin embargo, y como ha ocurrido en otros lugares de Europa y América, la izquierda ha ido perdiendo terreno en su lugar nuclear, el mundo popular, al tiempo que los discursos simplistas y demagógicos de la derecha extrema han logrado interpretar mejor los sentimientos de malestar y marginación.
La ley electoral italiana favorece a los grupos que consiguen formar coaliciones antes de las eleciones, otorgándoles un número de escaños superior al que deberían obtener según su votación, por lo que se proyecta que la alianza derechista obtendrá más de la mitad de los escaños. Los resultados completos se esperan para las primeras horas de este lunes.
El dato de participación en las elecciones italianas ronda el 51%, lo que se traduce en una severa baja de la participación, nunca vista desde 1948. En los últimos comicios generales, los de 2018, la afluencia a las urnas a la misma hora era del 58,96%, casi 8 puntos mayor.
Crédito: Diario UChile
