No es sólo un dicho popular: las burbujas de champán se nos suben directamente a la cabeza…

Así lo ha corroborado un equipo de científicos americanos expertos en psicofarmacología en un estudio reciente.

El método utilizado para la investigación puede parecer algo “festivo”. Los científicos organizaron un par de celebraciones con botellas de champán y un grupo de 12 voluntarios como invitados, en dos semanas diferentes. En cada una de las “fiestas” suministraron 2 copas de champán a cada sujeto, a 6 de ellas con burbujas y a otros 66 sin burbujas. La semana siguiente repitieron el procedimiento cambiando la distribución de las copas. Además, para asegurar la validez del experimento, midieron con exactitud la cantidad de alcohol que suministraron a cada persona por cada kilogramo de masa corporal.



Los resultados resultaron ser sorprendentemente claros: la embriaguez se extendía antes entre quienes tomaban champán con burbujas y los efectos de la bebida eran mayores. De hecho, tras 5 minutos la cantidad de alcohol en sangre de estos eran de 0,54 mg/ml, frente a 0’39 mg/ml entre los que habían ingerido la bebida sin burbujas. Cuando se repetía la prueba 35 minutos después, las cifras eran de 0,7 y 0,58 mg/ml respectivamente.

Por ahora el motivo por el que esto ocurre sigue siendo un misterio. Los investigadores especulan que las burbujas pueden hacer que el sistema digestivo absorba el alcohol más rápido. De este modo, si normalmente el 20% del alcohol se absorbe en el estómago y el resto en el intestino, con el dióxido de carbono de las burbujas podría aumentar la cantidad de alcohol que pasa a la sangre en el estómago, lo que justificaría los resultados. En cualquier caso, ¡cuidado con las burbujas! Fuente:lahora.com.ec







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