Un Concorde de Air France en el aeropuerto Le Bourget durante el Show del Aire en Paris, Francia.

NOTICIAS PARA RECORDAR
BADEN-BADEN, Alemania (AP) — Un Concorde de la aerolínea Air France completó el martes su vuelo de despedida hacia su lugar de descanso final: un museo aéreo a orillas del Rin. Miles de personas aplaudieron jubilosos al Concorde de matrícula V-BVFB cuando aterrizó en el aeropuerto de Karlsruhe-Baden-Baden, en el sudoeste de Alemania, poco después del mediodía. Fue el último de 5.500 vuelos realizados desde que la aeronave inició sus servicios el 8 de abril de 1976. El aparato despegó desde el aeropuerto Charles de Gaulle el martes, y rompió la barrera del sonido sobre el Atlántico una última vez antes de enfilar a Alemania, donde descansará junto con su rival de la era soviética, el Tupolev 144. Los mecánicos en Baden-Baden retirarán las puntas de las alas del Concorde, así como su nariz, cola y cono de cola a fin de prepararlo para su viaje por la ladera del Rin hacia el Museo Automotriz y Técnico Sinsheim, de capital privado y dedicado a la tecnología moderna, donde se encuentran desde un automóvil Corvette original hasta un Oldsmovile “Rocket” de 1952, junto con aviones de combate de la Segunda Guerra Mundial y un avión jumbo. El F-BVFB será colocado junto con el Tu-144, apodado en Occidente “Concordski”, en lo que el museo dice será el único lugar del mundo donde ambas naves estarán juntas. A diferencia del Concorde, que realizó vuelos durante 27 años para Air France antes de que la empresa retirara sus cinco aviones supersónicos el mes pasado, el Tu-144 voló por menos de 10 años antes de ser retirado en 1978. Donando la nave por un pago simbólico de una libra esterlina (1,15 dólares), Air France recordó la pérdida de 75 vidas alemanas a bordo del Concorde que se estrelló el 25 de julio del 2000, luego de despegar del Charles de Gaulle.

“El homenaje que deseamos dar a las víctimas de esta caída, que sabemos tuvo un efecto profundo en el pueblo de Alemania, naturalmente llevó a Air France a donar uno de sus Concorde al Museo Técnico y Automotriz Sinsheim”, dijo el presidente de Air France, Jean-Cyril Spinetta, en un comunicado. FUENTE:CNN

Un avión que se adelantó a su tiempo, a velocidad supersónica

Por PABLO HERRERA

ATLANTA (CNN) — Todos coinciden en que el Concorde, diseñado en la década de 1960 y puesto en servicio en 1976, siempre estuvo avanzado a su tiempo. Pero el atractivo de volar al doble de la velocidad del sonido y a casi 20.000 metros de altitud, no fue una garantía para el éxito comercial. Sus elevados costos de operación convirtieron la experiencia del Concorde en algo reservado para los pocos que podían pagar unos 7.000 dólares por cruzar el Atlántico en poco más de 3 horas. Durante 27, años se trató de algo que incluso apreciaban sus auxiliares de vuelo. “Trabajamos en condiciones excepcionales, con una clientela excepcional, en un avión excepcional. Poder servir una copa de champaña volando a Mach 2 parecía imposible años atrás. Ahora estamos a bordo del avión más bello del mundo. Permanecerá como un sueño imborrable”, dijo Jean-Charles Principeaud, auxiliar de vuelo a bordo de un Concorde de Air France. El 25 de julio del año 2000 fue una fecha fatídica. Un Concorde de Air France con destino a Nueva York se estrelló tras despegar de París. El accidente, que causó la muerte de113 personas, marcó un momento decisivo en la historia de la aeronave. Hasta entonces, la compañía francesa había conseguido cierta rentabilidad en el uso del aparato. Pero dejar en tierra la flota de cinco Concorde para realizar las mejoras necesarias a fin de evitar tragedias como aquélla, le costó a la aerolínea unos 50 millones de dólares. Además, el mantenimiento adicional requerido tras dichos arreglos disparó los costos. Las tribulaciones de la aviación comercial tras los atentados del 11 de septiembre no dejaron de lado a esta excepcional aeronave, a tal punto que la conclusión de las compañías que lo operan, British Airways y Air France, fue que nunca más volvería a ser rentable. Sus pilotos se cuentan entre quienes más lo lamentan. “Como piloto, es una gran tristeza, porque se trata de un avión único y porque es muy poco frecuente estar al mando de un Concorde. Muy pocos de nosotros pueden disfrutar de la experiencia de volar a velocidad supersónica un avión de pasajeros”, dijo Jean-Louis Chatelain, de Air France. Con su retirada, Air France se ahorrará entre 35 y 60 millones de dólares al año.

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