Los científicos pensaban desde hace tiempo que el intercambio de genes entre individuos de especies no relacionadas es un fenómeno extremadamente poco habitual para los eucariotas, un enorme grupo de organismos entre los que se cuentan los humanos, los árboles o las setas.

Sin embargo, un estudio realizado en la Indiana University en Bloomington, publicado en la revista Nature, sugiere que tales eventos, llamados transferencia horizontal de genes, han ocurrido más frecuentemente de lo que se creía, al menos durante la evolución de las plantas con flor.

Jeffrey Palmer, cabeza visible de la investigación, afirma que la transferencia genética horizontal puede ocurrir para casi cualquier gen del genoma mitocondrial de la planta, y que no hay razón para creer que esta situación sea sólo aplicable a este tipo de seres vivos.

Se sabe desde hace tiempo que la transferencia genética horizontal es muy común entre las bacterias. Algunos científicos opinan que hasta el 25 por ciento del ADN cromosómico de ciertas especies de bacterias fue adquirido de este modo.

Para los eucariotas, permanece la regla general que dice que los individuos obtienen sus genes verticalmente, es decir, a través de sus progenitores. No obstante, Palmer cree que la transferencia horizontal también ocurre en ellos, y más a menudo de lo que suponíamos.

Para el caso de las plantas con flor, Palmer supone que este tipo de transferencias se ha producido miles de veces en el pasado. La revelación es fundamental para entender el origen de las especies.

Cuando comparamos el ADN de diferentes especies, suponemos que los miembros de éstas han heredado sus genes de sus antepasados, siguiendo líneas que les conectan a un ancestro común. Pero si el ADN utilizado en los estudios genéticos no ha descendido verticalmente, de padres a hijos, sino horizontalmente, saltando de un linaje a otro, entonces los análisis pueden proporcionar resultados confusos y establecer relaciones evolutivas que no son reales.

Palmer, a pesar de todo, no está demasiado preocupado por ello, porque no cree que la transferencia genética horizontal ocurra lo bastante a menudo como para poner en duda nuestros estudios moleculares genealógicos.

Los mecanismos de este tipo de transferencia son aún desconocidos, aunque los virus, bacterias y hongos podrían jugar un papel, y también son posibles emparejamientos accidentales entre especies. Lo que sí está claro es que la transferencia horizontal existe, como demuestra el hecho de que los científicos han encontrado genes de una especie en otras sin ninguna explicación posible que no sea ésta.

Información adicional en:

Indiana University




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