Se erige en la plaza principal de Chillán la estatua de bronce con que la provincia de Ñuble quiso inmortalizar la figura del gran padre de la patria, don Bernardo O'Higgins. No se le buscó para eternizarlo en el bronce, en las horas de las batallas; se eligió aquel momento supremo que le dio tanta gloria, como sus hechos de armas, aquél en que, despojándose de la banda del Mando Supremo, hizo entrega a los que exigían su dimisón, con las elocuentes palabras: " Desprecio ahora la muerte como la he despreciado en el campo de batalla".