algo acerca del Preservativo (Condón)
El preservativo masculino data del siglo XVI, y su invención se atribuye al italiano Gabriel Folopio, profesor de Anatomía de la Universidad de Padua. No tenia fines anticonceptivos, sino el más moderno de prevenir contagios venéreos, como el de la sífilis, enfermedad que hacia estragos por aquella época.
El preservativo moderno es invento inglés: del médico de Carlos II de Inglaterra, Condom, de mediados del siglo XVII. Carlos II le había expresado en alguna ocasión su preocupación de estar llenando la ciudad de Londres de bastardos reales…, y al parecer fue lo que movió al medico de la corte a ingeniar aquel dispositivo.
Al pobre doctor aquello le costó tener que cambiar de nombre, porque sus enemigos se cebaron de el de forma despiadada. En 1702, otro médico inglés, John Marten, asegura haber encontrado un método eficaz para la contracepción y la profilaxis al mismo tiempo: Una funda de lino impregnada de un producto cuya fórmula se negó siempre a comunicar, con lo que se evita el contagio venéreo, y se impedía el acceso del esperma a óvulo femenino. Al médico Marten le entraron escrúpulos de conciencia y al parecer quemo cuanta información y evidencia tenía, para evitar, decía él, el incremento de una vida disipada entre los jóvenes.
Pero la idea de la contracepción es anterior a la idea de profiláctico. No se tuvo conciencia de que el coito podía ser una vía de entrada de la enfermedad hasta muy avanzado el siglo XV. Sin embargo, la necesidad de evitar el embarazo se dejó sentir en el mundo civilizado casi desde los albores de la civilización. Debemos, decir, sin embargo que el hombre primitivo no relaciono el coito con la fecundación. Pero apenas se apercibió de ello, hizo cuanto pudo para regular la población manipulando la fertilidad femenina. Entre los primeros intentos se encuentra el que describe un papiro egipcio de hace 3850 años, donde se explica como evitar el embarazo. La receta era como sigue: “La mujer mezclara miel con sosa y excremento de cocodrilo, todo lo cual acompañara de sustancias gomosas, aplicándose una dosis sobre la entrada de la vagina, penetrando hasta donde se inicia la uña”.
El remedio era bueno: olía de tan nauseabunda manera egipcio normal no osaba acercarse. Pero bromas aparte, funcionaba el mejunje. Los chinos conocieron el diafragma, una especie de DIU hecho a base de cáscaras de cítrico que la mujer tenía que introducirse en la vagina. Siempre fue la mujer quien más sufrió en este asunto de contracepción. Así, los camelleros del Oriente Medio y Arabia, hace dos mil años, introducían piedrecitas, huesos de albérchigo, incluso clavos de cobre en la vagina de las camellas para evitar que quedaran embarazadas en los largos viajes. Ya el padre de la medicina, Hipócrates, había recomendado a las mujeres hacer lo mismo.
De hecho, la costumbre entre las mujeres de vida alegre de introducir hilachas de tela, e hilos de pergaminos en el útero, funciono como anticonceptivo eficaz. Y desde tiempo inmemorial se utilizó, al fin que comentamos una serie de productos que iba desde el zumo del limón al vinagre, el perejil o la mostaza, y soluciones salinas y jabonosas. Junto a estas sustancias, se recurría a la introducción de materias diversas, como algodones , esponjas, hojas de bambú, e incluso, como nos cuenta J.G.Casanova, el célebre amador del siglo XVIII: “…Medios limones con su pezón hacia adentro para no estorbar el amor…”. Los pesarios, aparatos para corregir el descenso de la matriz, fueron aprovechados como anticonceptivos, hasta que c. 1888 se inventaron los primeros preservativos femeninos: el pesario de mensinga, que adquiría auge y prestigio en el periodo de entreguerras.
Poco después nacería el preservativo femenino de caucho: el diafragma. En 1860 había sido inventado, en los Estados Unidos de Norteamérica, un dispositivo llamado capuchón cervical. Su inventor el Dr.Foote, vio en ello un eficaz contraceptivo. Se olvidó, sin embargo, y la idea, así como el invento, serian retomados por el austríaco Dr.Kafca quien lo puso de moda en la Europa Central. Era una especie de dedal, fabricado por diversos materiales: celuloide, oro, plata, platino. Se utilizó hasta que el caucho se impuso en el mercado.
El preservativo como hoy lo conocemos, seria popularizado por Charles Goodyear. De ser un producto artesanal, muy elaborado, se convirtió en un producto de elaboración sencilla, que se podía hacer en serie, al descubrirse la vulcanización del caucho. Con ello nació el profiláctico de goma. Los nuevos problemas médico-sociales surgidos con la desgraciada aparición del SIDA hacen de este adminículo un utilísimo auxiliar con el cual combatir los estragos de esta peste del siglo XXI.