La subsecretaria de Educación Superior se refirió a las críticas en torno al informe sobre deudores CAE y reconoció que “sabemos que avanzar en la condonación de las deudas educativas genera nerviosismo en algunos sectores”.
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, la subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa Huencho, respondió a las críticas que han surgido respecto del Informe de Caracterización Socioeconómica de los deudores del Crédito con Aval del Estado, CAE.
“Las críticas vinieron de manera bien temprana desde los sectores que esperábamos que vinieran a criticar. Sabemos que avanzar en la condonación de las deudas educativas y entre ellas el CAE genera un poco de nerviosismo en algunos sectores”, señaló la subsecretaria.
La autoridad gubernamental aclaró que “este informe es el primero de una serie de documentos que vamos a ir sacando y es un documento que está metodológicamente bien construido y que cruza una serie de bases de datos de organismos oficiales, partiendo por el Servicio de Impuestos Internos”.
Respecto del CAE, la subsecretaria señaló que “es una política del año 2006 que basó su formulación en la capacidad de endeudamiento de las personas, intermedió entre la banca y las personas deudoras el Estado haciéndose garante de estos créditos que además fueron suscritos con cláusulas bastante abusivas”.
La subsecretaria agregó que “desde el año 2018 la comisión de investigación de la Cámara de Diputados ya evidenciaba distintos relatos de personas que deben 20 o 30 millones de pesos por una deuda que no siempre se condice con la empleabilidad. Nosotros nos encontramos con que el 41% de las personas que están endeudadas vienen de Institutos Profesionales y un 45% de Centros de Formación Técnica”.
Figueroa Huencho recalcó que “necesariamente tenemos que avanzar hacia una política de educación superior donde el Estado tenga la capacidad de anticipar y definir dónde quiere intencionar, quiénes queremos que lleguen a la educación superior y pensar en preguntas ya estructurales y mucho más profundas como a qué debiera contribuir la educación superior”.
“El modelo de la educación superior debe en la definición constitucional, hasta en las leyes tienen estas limitantes y deficiencias y es el momento de abordar las discusiones profundas. Nuestro gobierno es un gobierno de transformación y eso clave, llamar a comprender que las transformaciones siempre incomodan y no hay que tener miedo a esa incomodidad“, sostuvo Verónica Figueroa Huencho.
Sobre las propuesta del Gobierno en materia de financiamiento de la educación superior, la subsecretaria señaló que “nosotros apostamos a avanzar a un sistema de financiamiento que se base en la justicia educativa. Entender que la educación superior puede ser un espacio donde, si bien no nos podemos hacer cargo de todas las deficiencias que tiene el sistema, sí podemos ir intencionando y formar a las personas que en algún minuto pensarán las políticas y empujarán los cambios”.
Finalmente, respecto de los temores que surgen en torno a estos cambios, la subsecretaria Verónica Figueroa Huencho recalcó que “las amenazas quizás están más concentradas en aquellos sectores que se han visto beneficiados financieramente del modelo actual, acá lo que estamos apostando es a un cambio sustantivo donde el Estado, como una expresión de la voluntad ciudadana, busque encaminar y dar certezas a las personas que hoy están estudiando pero también a las generaciones futuras. Acá no hay ninguna política que vaya a eliminar la educación privada, que vaya a eliminar carrera o que atente contra el derecho a escoger cuál es el sueño profesional en el que se quieren desarrollar, pero sí tenemos que responsabilizarnos de la calidad que se entrega en esos espacios, de la posibilidad de una inserción laboral que cumpla con los anhelos de la movilidad social y que la educación sea pluralista en una sociedad cada vez más diversa”.
